Cuando los países sudamericanos ingresaron en el comercio frutícola el objetivo fue abastecer a Europa durante la contraestación. Pero el mundo cambió y hoy ya no es Europa el gran destino, sino Asia. Todas las miradas están puestas en este continente que se muestra como el mercado futuro. Crecientes volúmenes se derivan para ahí, en algunos casos ya superan a los destinados a Europa.
Más del 50% de las exportaciones se destinaban al viejo continente. El mercado europeo era atractivo por los importantes volúmenes que compraba y los buenos precios que pagaba. Pero en los últimos años se dieron fuertes cambios, por lo cuales se redujo el interés en Europa por la fruta sudamericana y los precios pagados ya no son tan atractivos. Esto obligó a países como Chile, Perú, Argentina o Brasil cambiar su estrategia comercial y buscar nuevos mercados.
A pesar de esto los países sudamericanos continúan siendo uno de los principales proveedores de frutas de contraestación de la Unión Europea. Anualmente la Unión importa unas 13 millones de frutas (sin considerar la banana), el 30% es aportado por los países sudamericanos. En algunas frutas tienen un rol fundamental proveyendo más del 50% de las importaciones. Tal es el caso de la palta, arándano, limón, melón y pera. En las uvas y manzanas aportan el 40%.
Cambios que se dieron en Europa
Mayor producción local
Algunas producciones registraron un fuerte aumento, sea por la expansión de la superficie o un aumento del rendimiento. Tal es el caso de las manzanas en Polonia, las peras en Bélgica o las mandarinas tardías en España.
Ampliación de la temporada local
Con variedades más tempranas y tardías. Prácticamente no quedan ventanas comerciales, como antes sucedía por ejemplo en noviembre con las uvas. Incluso hay superposición entre la temporada del norte, con la austral. En algunos casos el inicio de la campaña austral se retrasó, como es el caso de las naranjas y mandarinas, debido al retraso de la campaña mediterráneas.
Nuevos proveedores competitivos
En los últimos años hubo un mayor desarrollo del sector frutícola en toda la región mediterránea no europea, sea el norte de África o Asia Menor. Menores costos productivos y laborales, tratados comerciales y la cercanía con Europa fomentaron la producción y comercio a Europa. También en Europa del Este se observó un aumento de la producción frutícola, sea por nuevas superficies o
mejoras en las producciones existentes. Estas regiones pueden compiten favorablemente con los productos australes, dado que tienen un menor costo de flete, en algunos casos menores costos productivos y ayudas gubernamentales.
Mejoras en la conservación de frutas
Mejoras en la técnica de cosecha, cámaras de frío más sofisticadas, así como nuevos productos que permiten alargar el período de guarda, sin que la calidad de la fruta se vea afectada. Hoy algunas variedades de manzanas se pueden almacenar sin problemas durante 12 ó más meses, manteniéndose la calidad. También en las peras se logró alargar el período de conservación.
Caída de consumo
El mercado europeo es en general un mercado maduro, donde ya no se registran fuertes crecimiento. Aunque esto depende de la fruta y variedad. Hay frutas que hace rato muestran una constante caída de consumo en Europa, como es el caso de los pomelos, naranjas o peras. En otras, que se consideraban con buen futuro, como es el caso de algunas mandarinas, uvas o
manzanas, la producción creció más que la demanda y actualmente los mercados se están complicando cada vez más. Excepción son las paltas, arándanos o algunas exóticas. El consumo crece año tras año y absorbe por ahora sin problemas el aumento de la oferta.
Asia – el nuevo destino
Las exportaciones sudamericanas siguieron creciendo, pero como Europa ya no absorbía mayores volúmenes, tuvieron que buscarse nuevos mercados. Los destinos se diversificaron. Norteamérica resultó ser un destino que está absorbiendo crecientes volúmenes, en otros casos fue Latinoamérica que surgió como destino interesante.
Pero la región que más esta desvelando a los exportadores sudamericanos es Asia, y en especial el Lejano Oriente. En cierta forma el entusiasmo que se observó hace unos 20-30 años en Europa, ahora se está dando en Asia. Dado que la importación de frutas australes significa para los asiáticos disponer de fruta durante la contraestación y no solo durante la temporada local; ir a las grandes tiendas y tener ahí una gran oferta de diversas frutas; acceder a frutas que antes solo las podían comprar los más pudientes, etc. El consumo es fomentado por el crecimiento de una amplia clase alta y media, con buen poder adquisitivo y la tendencia a adquirir costumbres-comidas europeas. La enorme población y las grandes posibilidades que se presentan, son las que les quitan el sueño a todos los
exportadores. Por esto motivo países como Chile, Perú, Argentina, Colombia, Uruguay están trabajando fuertemente para lograr ingresar en estos países y negociar tratados comerciales. Es una carrera en que todos quieren estar primero y lograr una buena posición.
Ejemplos del cambio de Asia x Europa
Chile – Cereza
Es el caso más emblemático. Chile está armando su industria de cereza en base a China. En los últimos años más del 90% de sus envíos fueron a ese país, alcanzándose las 160-170.000 toneladas. Su estrategia comercial, así como las proyecciones futuras son en base a China. Europa fue dejada de lado. Mientras que en el 2007/08 aún envió 8.400 tons (20% de los envíos), en el 2018/19 fueron apenas 2.800 tons (menos del 2%)
Chile – Uva
También en este caso hubo un cambio marcado.
Mientras que los envíos a Europa se redujeron a la mitad (de 200.000 a 100.000 tons), los a Asia se multiplicaron por 2,5 (de 70.000 a 180.000 tons). Hace 10 años el segundo mercado más importante para las uvas chilenas era Europa; hoy lo es Asia.
Brasil – Manzana
Hace unos 10 años fue el gran auge de la exportación de las manzanas brasileras. Grandes volúmenes se enviaban a Europa donde se podía competir gracias a los bajos precios. Pero desde entonces hubo marcados cambios: los costo internos brasileros aumentaron, creció la demanda por local y Europa ya no quiere una manzana de menor calidad y mayor costo. Los envíos cayeron de 100.000 a 30.000 toneladas. La Galas brasileras ahora se envían a Asia, en especial a Bangladesh. Desde el año pasado se abrió el
mercado de la India y algo se destina a los países
árabes.
Ejemplos del cambio de Asia x Europa
Chile – Cereza
Es el caso más emblemático. Chile está armando su industria de cereza en base a China. En los últimos años más del 90% de sus envíos fueron a ese país, alcanzándose las 160-170.000 toneladas. Su estrategia comercial, así como las proyecciones futuras son en base a China. Europa fue dejada de lado. Mientras que en el 2007/08 aún envió 8.400 tons (20% de los envíos), en el 2018/19 fueron apenas 2.800 tons (menos del 2%)
Chile – Uva
También en este caso hubo un cambio marcado.
Mientras que los envíos a Europa se redujeron a la mitad (de 200.000 a 100.000 tons), los a Asia se multiplicaron por 2,5 (de 70.000 a 180.000 tons). Hace 10 años el segundo mercado más importante para las uvas chilenas era Europa; hoy lo es Asia.
Brasil – Manzana
Hace unos 10 años fue el gran auge de la exportación de las manzanas brasileras. Grandes volúmenes se enviaban a Europa donde se podía competir gracias a los bajos precios. Pero desde entonces hubo marcados cambios: los costo internos brasileros aumentaron, creció la demanda por local y Europa ya no quiere una manzana de menor calidad y mayor costo. Los envíos cayeron de 100.000 a 30.000 toneladas. La Galas brasileras ahora se envían a Asia, en especial a Bangladesh. Desde el año pasado se abrió el
mercado de la India y algo se destina a los países
árabes.
Perú – Palta
Es una de las frutas más exitosas de Perú. Las exportaciones crecen año tras año. Originalmente destinaba casi todo a Europa. Pero en los últimos años
se diversificó y otros destinos están creciendo más que Europa, siendo Asia la región que registró el mayor aumento durante los últimos 5 años.
Perú – Mandarina
También en este caso hace 10 años el principal destino era Europa, recibiendo el 57% de los envíos. A Asia prácticamente no se exportaban mandarinas. Hoy la participación de Asia subió al 6%, mientras que la de Europa cayó al 35%.