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Newsletter 146 – 11.01.2023

El cambio climático es un hecho que estamos sufriendo a diario. A las situaciones que nos afectan directamente, como golpes de calor o frío, se suman los efectos secundarios, de los cuales recién tomamos conciencia con el paso del tiempo. Los cultivos frutícolas son una de las vícticmas del cambio climático, el cual ya se está sintiendo en todas las regiones del país. Los eventos extremos, como son heladas, granizos, picos de calor; que antes sucedían cada tanto; actualmente son una constante. Por lo cual, si hace unos años no era necesario adquirir tecnologías para minimizar los daños, actualmente se torna imperioso hacer inversiones para asegurarnos una adecuada producción todos los años. Tal es el caso de las redes antigranizo, el control de heladas ó el riego suplementario. Otros factores cambian paulatinamente, lo que nos da cierto tiempo para enfrentarlos. Esto es el caso del aumento de las temperaturas, la insuficiente acumulación de horas de frío ó la disminución de las lluvias. También en estos casos es necesario prevenirlos y hacer las adaptaciones necesarias. Actualmente para que una producción frutícola sea sustentable y pueda ofrecer todos los años fruta de calidad y en cantidad es necesario realizar una gran inversión tecnológica.

Manzanas y Peras

El Valle del Rio Negro es una de las regiones que más está sufriendo bajo el cambio climático. En esta región siempre se dieron eventos climáticos extremos (heladas tardías, granizos), pero estos sucedían ocasionalmente. El cambio se observó en los últimos años, en los cuales la recurrencia de los mismos se incremento cada vez más. Cuesta recordar una campaña sin mermas por heladas, granizos, calor o tormentas. En caso de las heladas tardías estas se dan con gran intensidad y en fechas erráticas. Otro hecho que trae grandes dolores de cabeza son los granizos. Los hubo siempre, pero ahora se dan con mayor frecuencia y se amplió el período de ocurrencia. A esto se suma en el verano los golpes de calor y el asoleado. Con protectores, coberturas, etc se trata de bajar su incidencia. Pero cada vez más, en especial la calidad standard, muestra signos de asoleado. Por lo cual hoy el paquete tecnológico recomendado para las plantaciones incluye el control de heladas, la malla antigranizo y coberturas.

Esta campaña se presentó inicialmente favorable, gracias a un invierno frio. Se esperaba una buena cosecha tanto en cantidad, calibre y sanidad. Pero luego surgieron las heladas que se extendieron durante toda la primavera. Especialmente la última, del 30 de octubre y 01 noviembre, sorprendió a los productores al darse fuera del período habitual. Otro hecho fueron los granizos, comunes en enero, febrero y marzo. Este año el primer granizo fue a mediados de noviembre afectando la zona central del Valle. A todo esto se sumó en los últimos días una fuerte ola de calor en el norte de la Patagonia, quebrándose varios récords de temperaturas. Por lo cual muchos productores sufrieron fuertes mermas. Los productores que no sufrieron granizos y pudieron protegerse de las heladas, esperan una buena cosecha, con adecuado tamaño de fruta y sanidad. Según las últimas observaciones, se espera una cosecha similar a 2021. La campaña se iniciará en forma temprana. La madurez de la fruta está avanzada y los últimos días tan calurosos seguramente han acelerado aún más el proceso.

Frutas de carozo

Fue una de las frutas más afectadas por las locuras del clima, dado que en prácticamente todas las regiones productoras hubo algún evento que provocó fuertes mermas. En la región de San Pedro, al norte de la provincia de Buenos Aires, la sequía tuvo efectos nefastos. La cosecha fue una de las más bajas de los últimos años. En Mendoza fueron las heladas tardías de fines de octubre y principio de noviembre, las que diezmaron la producción. En el Valle del Rio Negro fueron las heladas y los granizos. Por lo cual este año las frutas de carozo escasean. Actualmente, en pleno verano, momento en el cual el durazno inunda las fruterías argentinas, se ven muy pocos y es una de las frutas más caras.

Cítricos

También en este caso la seca histórica que sufre el centro y norte del país se está haciendo sentir. Hay regiones especialmente afectadas, como es el Litoral. En Corrientes, provincia productora de limón, la cosecha fue tan pobre que tuvieron que salir a comprar limones a Tucumán. Esta provincia ya sufrió otro de los efectos del cambio climático al quemarse varios montes frutales, durante los grandes incendios desatados en enero del 2022. También Misiones registró una cosecha menor, lo que se hizo sentir el año pasado ante una menor oferta de mandarinas tempranas, así como tardías.

Aún no se puede dar un pronóstico para la próxima cosecha citrícola. En el noroeste del país, Tucumán, Salta y Jujuy la primavera e inicio del verano fueron uno de los más secos de los últimos años. Muchos establecimientos tienen riego complementario, pero este nunca es suficiente como para compensar completamente las lluvias, sino que sirve para apaciguar las mermas. Para la segunda mitad del verano se espera una normalización del régimen de lluvia en la región del noroeste, lo que favorecería a los limones de Tucumán y las naranjas y pomelos de Salta y Jujuy. Mientras que los pronósticos para el noreste del país indican que por ahora continuará la escasez de agua, por lo cual se esperan mermas para las naranjas y mandarinas del Litoral.

Autora: Ing.Agr. Betina Ernst